Francisco, el sexo, internet y las nuevas generaciones

El Papa tampoco se olvidó de los inmigrantes ‘como paradigma de nuestro tiempo’

El papa Francisco subrayó el deber que tiene la Iglesia en “escuchar” a las nuevas generaciones, que deben ser liberarlas de quienes quieren “envejecerlas, fijarlas al pasado, frenarla, volverlas inmóvil”.

Lo dijo en la exhortación Apostólica post-sinodal “Christus vivit” del Sumo Pontífice, firmada el 25 de marzo en la Santa Casa de Loreto, y publicada hoy. El extenso escrito, en el que también aseveró que la sexualidad no es un tabú sino un don para amar y generar vida, está dirigido “a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios”.

Los dramas que viven los jóvenes en lo cotidiano, desde guerras a la trata, desde la explotación sexual al crimen organizado fueron señalados por el Pontífice. También se refirió a los riesgos en la red digital, entre ellos, “la manipulación de las conciencias y del proceso democrático”, así como el fomento de los “prejuicios y el odio”.

El argentino Jorge Mario Bergoglio tampoco se olvidó de los inmigrantes “como paradigma de nuestro tiempo”, que generan “alarmas y miedos, a menudo fomentados y explotados con fines políticos”. Eso hace que se difunda una “mentalidad xenófoba, de cierre y de repliegue sobre sí mismo”, aseveró el Papa en la exhortación, compuesta por nueve capítulos, divididos en 299 parágrafos, en los que explica que se dejó inspirar por la riqueza de las reflexiones y diálogos del Sínodo de los Jóvenes, celebrado en el Vaticano en octubre de 2018. “Notamos que a Jesús no le gustaba el hecho de que los adultos mirasen con desprecio a los más jóvenes o los tuvieran a su servicio de modo despótico”, escribe en el primer capítulo.

“Estos aspectos de la vida de Jesús no deberían ser ignorados en la pastoral juvenil, para no crear proyectos que aíslen a los jóvenes de la familia y el mundo, o que los transformen en una minoría selecta y preservada de cualquier contagio”, afirmó Francisco en el escrito. Para el Papa, “en un mundo que enfatiza exclusivamente la sexualidad, es difícil mantener una buena relación con el cuerpo y vivir las relaciones afectivas de manera pacífica”. También por eso, la moral sexual es a menudo causa de “malentendidos y alejamiento de la Iglesia”, en la medida en que se percibe “como un lugar para el juicio y la condena”.

Francisco aprovechó la ocasión para referirse también al tema de la familia. “Los jóvenes sienten con fuerza el llamado a amar y sueñan con encontrarse con la persona adecuada con quien formar una familia”, y el sacramento del matrimonio “envuelve este amor con la gracia de Dios. Lo arraiga en Dios mismo”. Dios mismo creó la sexualidad, que es su don y, por lo tanto, “no es tabú”. “Es un regalo que el Señor da y “tiene dos propósitos: amarse y generar vida. Es una pasión: el amor verdadero es apasionado”, aseveró el Papa.

Bergoglio no olvidó como el aumento de las separaciones y los divorcios. Pero insistió en la necesidad de “apostar por la familia”. “Creer que nada puede ser definitivo es un engaño y una mentira; les pido que sean revolucionario, les pido que vayan contra la corriente”.

En “Christus vivit”, el Papa también habló de los abusos infantiles, y ratificó el compromiso del Sínodo de adoptar medidas preventivas rigurosas. También expresó su gratitud con “quienes tienen el coraje de denunciar el mal sufrido”, y recordó que, “gracias a Dios”, los sacerdotes culpables de tales “crímenes horribles no son la mayoría, que en cambio está constituida por aquellos que llevan a cabo un ministerio fiel y generoso”, añadió el Pontífice.

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